Mientras el Poder Judicial comienza a dar sus primeros pasos en el marco del nuevo gobierno, y cuando aún se espera que se conozca qué sucederá con la prometida reforma de la Justicia, el Consejo de la Magistratura comenzó su rearmado y el kirchnerismo gana allí muchas posiciones.
En el organismo -encargado de la selección y destitución de jueces federales- quedó como presidente el camarista Alberto Lugones, uno de los tres representantes de los magistrados que tiene el Consejo.
Lugones, cercano al kirchnerismo, liderará una entidad que tendrá bajo su órbita los nombramientos de (posiblemente) cuatro jueces federales y la cobertura de otras vacantes. También puede tocar jubilaciones especiales y el pago de impuestos de los magistrados.
En la vicepresidencia quedó Ricardo Recondo, otro de los consejeros en representación de los magistrados -el tercero es Juan Manuel Culotta- con lo que el universo judicial estará completamente representado. Entre los restantes diez consejeros hay miembros del Poder Legislativo, del Ejecutivo, del ambiente académico y de los abogados.
Lugones, miembro de la Cámara de San Martín, se impuso con guiño del Ejecutivo. Y en su discurso inaugural hizo alusión a temas sensibles como las investigaciones contra magistrados, “que tienen que resolverse en el menor tiempo posible porque los jueces merecen trabajar con total libertad", al tiempo que hizo referencia a "situaciones abusivas en el traslado de magistrados" durante el macrismo.
Previamente, en diálogo con el diario LA NACION, Lugones se había metido con un tema sensible para el kirchnerismo, que en los ultimos tiempos despertó cruces, al afirmar que hubo "abusos en las prisiones preventivas".
Vacantes claves. Quien también ocupará un rol fundamental será la peronista Graciela Camaño. La legisladora liderará la Comisión de Selección, que trabaja en la elaboración de ternas de candidatos a ocupar vacantes de los distintos fueros.
Siempre estratégica, la comisión lo será aún más en este 2020, en el que entre otras plazas, se deberá avanzar con los planes para cubrir el juzgado federal 12 de Comodoro Py, que quedó disponible el año pasado con la salida de Sergio Torres rumbo a la Corte Suprema de Buenos Aires.
Un concurso que comenzó con los pasos en octubre pasado, cuando más de setenta candidatos rindieron exámen, primer paso de varios que terminarán en la elaboración de una terna de la que saldrá el elegido desde la Casa Rosada.
Otra vacante a cubrir en el poderoso y siempre polémico edificio de Comodoro Py es la que se acaba de abrir tras la muerte del juez Claudio Bonadio, y en poco tiempo más sucederá lo mismo con el juzgado federal 3, hoy a cargo de Daniel Rafecas.
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El magistrado -que hoy estuvo presente en el Plenario del que salió elegido Lugones- dejará el edificio de Retiro. Con destino a la Procuración General de la Nación, para lo que debe obtener la aprobación del Senado, Rafecas también tiene la posibilidad de ir a la Cámara Nacional de Casación, para la que fue elegido por el macrismo, en caso de no conseguir la mayoría especial que necesita.
A eso también se podría sumar el despacho de Rodolfo Canicoba Corral, que cumple 75, la edad máxima en la que un magistrado puede estar en funciones, a excepción de que haya presentado algún recurso antes.
En la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Py también hay dos vacantes seguras a cubrir, además de que resta decidir qué sucederá con los dos traslados que hizo el macrismo y que hoy están bajo la lupa del kirchnerismo.
En tanto que en la instancia de Tribunales Orales Federales también hay cinco vacantes a cubrir. Así todas las instancias de la justicia federal se podrán realizar designaciones durante el albertismo.
Por su parte, Diego Mollea, representante de los académicos, será quien se encargue de la Comisión de Disciplina y Acusación.
